16 Cuando los cinco tiranos filisteos lo vieron, se tornaron a Ecrón el
mismo día.
17 Estos son los tumores de oro que los filisteos ofrecieron en
reparación a Yahveh: uno por Asdod, uno por Gaza, uno por Ascalón, uno
por Gat, uno por Ecrón.
18 Y ratas de oro, tantas cuantas son las ciudades de los filisteos, las
de los cinco tiranos, desde las ciudades fortificadas hasta las
aldeas
abiertas. Testigo, la gran piedra sobre la que se colocó el arca de Yahveh y
que está en el campo de Josué de Bet Semes, hasta el día de hoy.
19 De entre los habitantes de Bet Semes, los hijos de Jeconías no se
alegraron cuando vieron el arca de Yahveh y castigo Yahveh a setenta de
sus hombres. El pueblo hizo duelo porque Yahveh los había castigado
duramente.
20 Dijeron entonces las gentes de Bet Semes: «¿Quién podrá resistir
delante de Yahveh, el Dios Santo? ¿A quién subirá, alejándose de nosotros?
21 Enviaron mensajeros a los habitantes de Quiryat Yearim para
decirles: «Los filisteos han devuelto el arca de Yahveh. Bajad y subidla con
vosotros.»